El tema del impacto social de los bancos es muy actual y es una práctica compleja, ya que el concepto en sí está compuesto principalmente por variables cualitativas que son difíciles de medir.Durante algunos años, el banco ha estado persiguiendo la construcción de un modelo de cuantificación y notificación de su impacto social, que se puede comunicar externamente y monitorear en el tiempo desde dentro.
HACIENDO HISTORIA: UNA EXPERIENCIA DE RETORNO
En 2014
● Presentación de la investigación sobre el impacto social de 15 años de financiamiento para la economía social y solidaria;● Participación en el Comité Consultivo Italiano para el grupo de trabajo establecido por el G8, que trata las inversiones de alto impacto social, lanzando apoyo para los Grupos de Trabajo de Impacto Social creados por la GABV y Febea.
En 2015
Desarrollo de una herramienta operativa para estimar el impacto social, en términos de cambio creado, que las partes financiadas por el Banco han producido gracias al financiamiento recibido. El objetivo es comprender cuánto ha mejorado la financiación de Banca Etica la calidad de vida de las personas afectadas por la organización que recibe apoyo y si esta financiación ha contribuido a resolver un problema social específico (por ejemplo, pobreza, discapacidad, fragilidad, crimen, contaminación) .En 2018
En 2018
El Consejo de Administración realizó una reflexión sobre la oportunidad de definir objetivos útiles para la construcción de un Marco de impacto de manera similar a lo que sucede en el área de riesgos. El conjunto de indicadores definidos y los umbrales objetivo relacionados, por lo tanto, constituyen una herramienta para gobernar y monitorear la capacidad de Banca Etica para crear un impacto socioambiental en el desempeño de sus operaciones de crédito e inversión para la porción de financiamiento privado.
El Consejo de Administración ha identificado 5 macro áreas de referencia:
1. medio ambiente
2. derechos
3. Gobernanza
4. Paz y justicia internacional.
5. Promoción de las finanzas éticas.
Para cada indicador, se establece una meta deseable durante el año o un umbral de salvaguardia para garantizar el respeto por los valores fundamentales.